Tratamientos quimicos

El tratamiento químico del agua consiste en aplicar productos específicos que garanticen la higiene, conservación y transparencia perfecta del agua. Cuatro son los pasos que debemos seguir para el correcto tratamiento del agua de nuestra piscina:

1.- Ajuste del valor del PH.

2.- Desinfección.

3.- Eliminación de algas.

4.- Floculación.

El ajuste del valor del PH

El valor del PH mide la acidez o la basicidad de una solución. Las ventajas de mantener un adecuado PH del agua son: evitar la irritación de los ojos, mucosas y la piel; preservación de los materiales y ausencia de precipitaciones de cal. Además un correcto valor del PH del agua nos ayudará a mejorar la eficacia del desinfectante (cloro) y del floculante clarificador.

Varias son las causas que pueden que pueden alterar el valor del PH:

  • Aportación de agua
  • Condiciones climatológicas
  • Bañistas
  • Remover el agua
  • Productos químicos
  • Impurezas
  • Algas

Para el mantenimiento del correcto equilibrio del agua, es necesario analizar el valor del PH al menos dos veces por semana, para ajustarlo a los valores de referencia: entre 7,0 y 7,4. Si detectamos que el valor del PH no es correcto puede que necesitemos aumentarlo o disminuirlo.

Para disminuir el valor del PH usaremos un minorador de PH. Es un polvo de disolución rápida elaborado con bisulfato sódico que reduce el PH en 0,1 dosificando 10 gramos por metro cúbico de agua. Para usarlo, dosificaremos con el equipo de filtración (depuradora) en marcha. Lo verteremos directamente delante de las boquillas de impulsión (por donde sale el agua hacia nuestra piscina) para una correcta difusión. Es peligroso mezclarlo con otros productos químicos y no es aconsejable agregar más de 300 gramos por metro cúbico de agua

Para aumentar el valor del PH usaremos un incrementador. Es un granulado alcalino a base de carbonato de sodio y bicarbonato de sodio, aumenta el PH en 0,1 dosificando 10 gramos por metro cúbico de agua. Para usarlo, simplemente lo verteremos delante de las boquillas de impulsión de la piscina. No es aconsejable agregar más de 500 gramos por cada 10 metros cúbicos de agua.

 

 

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